- Año: 2007
-
Fotografías:Pedro Pegenaute , Beat Marugg
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Pequeña intervención en el acceso de un edificio existente.
Destacamos la intervención a tres niveles distintos:
a. El pavimento, una lámina blanca que toca el suelo en sus dos extremos (como rampa o como escalera) y flota sobre el mismo en su parte central.
b. La marquesina, es de hecho un gran canalón que recoge en su interior el agua de la lluvia y la conduce entubada hacia la tierra por sus extremos.
c. Los acabados de la cancela (diversos espejos, felpudos, vidrios) pretenden descomponer la imagen del tránsito en fotogramas independientes, para señalar la singularidad del movimiento: el intercambio entre exterior e interior.
El planteamiento de base del proyecto de arquitectura y de la composición de materiales era recuperar una ordenación clara de la planta, donde dentro de un espacio visualmente diáfano los materiales, entendidos como materia, textura y color, iban organizando zonificaciones según los diferentes usos o funciones. Objetivamente y subjetivamente los materiales utilizados aportan calidad, transparencia, reflexión, nobleza, una inteligente composición del espacio y tranquilidad.
El concepto lumínico ambienta esta zonificación, ilumina los valores subjetivos y comunica los materiales; materia, textura y color, aportando esencia, contraste, equilibrio y una luminosidad natural, no forzada:
El sector de la entrada lumínicamente el más contrastado y heterogéneo donde elementos de alumbrado puntual generan unas manchas ordenadas en suelo y techo direccionando hacia el interior.
El material noble, oscuro y continuo de la zona de espera, ocupada en el lateral, se alterna con unas bandas translúcidas luminosas en un ritmo creciente que aporta calidez.
Un elemento luminoso esférico suspendido en el centro de la gran escalera de caracol que actúa como balance luminoso de todo el espacio.
El sector de atención al público regido por un gran falso techo, plano ligeramente inclinado, de vidrio translúcido de forma triangular que aporta textura y luminosidad artificiosamente natural al espacio y la esencia de contener un gran espacio exterior. Amarra en las oficinas de atención personal, sin barrera visual pero sí física en las que una luminaria de sobremesa y una banda luminosa translucida en el límite del falso techo se diluye por el material espejeado que nos genera continuidad gracias a su reflexión.
Dentro del planteamiento arquitectónico y de la inteligente composición del espacio realizada, el material translúcido luminoso, en situaciones coloreado, actúa como elemento de nexo en sus diferentes formas y disposiciones en todo el espacio. Subjetivamente el triangulo y la esfera, formas básicas, generan el equilibrio lumínico del espacio.